¿TAMBIEN DIOS?


Moisés y Aarón les dijeron a los israelitas:
«¿Por qué se quejan, si nosotros no tenemos nada que ver en esto? Cuando ustedes se quejan de nosotros, en realidad lo que hacen es quejarse de Dios, que es quien nos dice lo que debemos hacer. ¡Y Dios ya ha escuchado sus quejas! (Ex. 16:6-8)

¿Cuántas veces tratamos de culpar a nuestros padres por lo que ocurre en nuestro presente? ¿En cuantas ocasiones hacemos responsables a algún maestro por no acreditar una materia o de nuestro fracaso escolar? Sin duda alguna hemos culpado a nuestra pareja de los problemas familiares o con los hijos o algún compañero o jefe por nuestro poco avance profesional.  Muy pocas veces asumimos nuestra responsabilidad en la vida, sin embargo ello no es el único problema, uno más se agrega a esta actitud poco responsable: cada vez que nos quejamos en la vida, en el fondo lo hacemos de Dios.
Israel fue una nación quejumbrosa. Nuca estaba conforme con lo que pasaba en su presente y jamás se hacía responsable por lo que vivía.  Hoy nosotros somos igual.  Nos quejamos de todo y de todos, en especial de aquellos que tienen alguna autoridad en nuestra vida.  Olvidamos que cuando tomamos una actitud de queja o critica, en realidad estamos intentando desaprobar el proceder de Dios en nuestra vida. 
Lo mejor que podemos hacer es cambiar este mal hábito y tomar una actitud de compromiso y responsabilidad.  Dejemos de un lado la crítica y el reproche y asumamos la vida con entereza, entendiendo que solo nosotros somos responsables de lo que pase en ella y dejemos que cada quien de cuentas por su propia vida.

Comentarios

Entradas populares