OLVIDO

«Nunca olviden este día. Con su gran poder, nuestro Dios nos ha sacado de Egipto, donde éramos esclavos. (Ex.13:3a)

Nadie jamás nos ha dado tanta libertad que Dios.  Cuando éramos esclavos de la conducta adictiva, de la incapacidad de aceptar el amor y el valor de otros, de la incapacidad para terminar lo que comenzamos y llegar a la meta, Dios nos hizo libres. Cuando vivíamos sometidos a conductas destructivas, relaciones coodependientes, indisciplina escolar o laboral, Dios se acordó de nosotros y nos libero.  Estando sujetos a la violencia familiar, al reproche, a la desesperanza y desamor, Dios pago el precio por nuestra libertad.  Sin embargo al paso del tiempo, dejamos de darle valor a nuestra libertad y al amor de nuestro padre y en muchos casos hemos olvidado de donde fuimos sacados y terminamos volviendo a esclavitud.

Dios nos recomienda que nunca olvidemos como Él nos hizo libres y su deseo es que guardemos la libertad que hemos recibido de su mano.

No vuelvas al mismo dolor, no llores lo que antes ya lloraste, ponte en pie y cada día recuerda que has sido hecha una nueva persona y que siempre es mejor vivir en la libertad del Padre que en la comodidad esclavizante del maligno.