NO ES NADA MAS JURAR


No usen mi nombre sin el respeto que se merece. Si lo hacen, los castigaré. (Ex.20:7)

Cuando era niño me enseñaron que no tomar el nombre de Dios en vano significaba no jurar en nombre de Dios, pues eso “era malo”  Trate siempre de evitar hacerlo y al lograr me sentía exitoso y buen cristiano.  Sin embargo al leer el texto con detenimiento ya siendo adulto me di cuenta que aunque era correcto lo que me habían dicho, la demanda del reino era mucho mayor.  En oriente usar el nombre de alguien era conocer y declarar su naturaleza, sus valores, su esencia.  Es por ello que Dios mando que no usaran su nombre, el cual declaraba quien es El, en vano, pues era como darle poco valor a su persona.  Hoy nosotros nos decimos hijos de Dios, cristianos o siervos de Dios, sin embargo nuestra conducta muchas veces nada tiene que ver con quien es El.
Mentimos con facilidad, nos deprimimos fácilmente porque la vida no es como pretendemos que sea, no nos esforzamos en nuestros trabajos y escuela. Tratamos a nuestro conyugue mal, agredimos a nuestros hijos dejándoles poco espacio, sobreprotegiéndolos o abandonándolos emocionalmente.  De alguna forma esto también es darle poco valor no solo al nombre de nuestro Dios, sino también a todo lo que Él hace por nosotros.
Quizá no juramos en falso en el nombre de Dios, pero si vimos como ajenos a él a pesar de que somos sus hijos y eso no está bien.  Cambiemos nuestra actitud y aprendamos a vivir dignamente para Él.

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