AMAR

Así fue como Jacob trabajó siete años por Raquel, pero era tanto su amor por ella que le parecieron unos cuantos días. (Gn.29:20).

Hoy día vemos en los medios de comunicación una clase de amor que “solo espera recibir”  Las canciones de moda hablan de lo que esperan sentir, disfrutar y recordar.  Las telenovelas nos muestran una clase de amor en donde no se paga un precio, en donde no se valora del otro más que la apariencia física, en donde el esfuerzo del otro no es tomado en cuenta y se cambia con facilidad por la admiración, palabras o atención de alguien más.  La sociedad nos presenta una forma de amar que nada tiene que ver con el amor y si mucho con la pasión no sujeta a la voluntad.

Jacob conoció a Raquel y le amo y estuvo dispuesto a hacer un esfuerzo grande por mucho tiempo, sin embargo para el agradable esforzarse por el amor de ella.  Jacob había aprendido que amar no es sinónimo de querer o desear.  Jacob sabia que amar demandaba un esfuerzo constante, sabía que se trataba de hacer cosas para el bien del otro y que sin duda implicaba mucho esfuerzo y sacrificio emocional.

Quizá hoy tu este viviendo desamor o este preguntándote si amas o quizá estés pasando por la experiencia de decidir aceptar “el amor de alguien”  Deja decirte que si alguien no hace un esfuerzo por ti cada día o si tu no haces un esfuerzo por alguien cada día difícilmente eso es amor.  Quizá sientas pasión o sientan pasión por ti pero no amor.  Amas y te aman si y solo si te hacen bien y sus palabras son congruentes con sus acciones.

No cabe duda que tenemos mucho que aprender sobre amar y ser amados y solo Dios, quien si sabe amar, nos puede enseñar a amar a las personas que tenemos cerca y a recibir de manera correcta el amor de otros.