¿Y LA BENDICIONES PA’ QUE APA?


Después de esto, Dios se le apareció a Abram en una visión, y le dijo:
—Abram, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a darte muchas riquezas.
2-4 Abram le contestó:
—¡Dios y Rey mío! ¿Y para qué me vas a dar riquezas si no tengo hijos? Cuando me muera, ese extranjero que tengo por esclavo va a quedarse con todo lo que es mío.
Pero Dios le aseguró
—Tu heredero será un hijo tuyo, y no tu esclavo Eliézer. (Gn.15:1-4)

Muchas veces nos es muy complicado entender lo que Dios nos promete y la razón radica en el hecho de que solo vemos nuestra vida a través de las circunstancias presentes y no por medio de los ojos de Dios.
Perdemos muchas bendiciones divinas porque aun insistimos en ver nuestra vida bajo el criterio de lo temporal, la analizamos de acuerdo a todo aquello que podemos lograr y de lo que sabemos somos incapaces de alcanzar.  Todo ello nos hace dudar de la Palabra de Dios y de sus promesas  levándonos a una vida que se mueve entre la desesperanza y nuestras capacidades humanas.  Si sentimos que podemos reímos, si vemos que no somos capaces nos deprimimos.  De la misma forma le paso a Abram.  Dios le promete bendiciones y él prefiere no recibirlas pues bajo la lupa de las circunstancias que vivía, tales bendiciones no tenían sentido, sin embargo para el plan de Dios ya eran una realidad.
Dejemos de ver nuestra vida como nos enseñaron y reaprendamos a verla como Dios la ve.  Ello hará de nuestra existencia algo mucho más emocionante y placentera.

Comentarios

Entradas populares