¿Adoramos porque..?

Te alaben los pueblos, oh Dios;

Todos los pueblos te alaben.

 Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

 La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro

Salmo 67:3-6

Hay muchas razones para alabar a Dios, pero este salmo nos muestra dos muy fundamentales.

Debemos adorar a Dios porque Él es quien nos guía a lo largo de la vida y además nos disciplina en justicia y no a capricho.  Alabamos porque nos sentimos seguros en sus brazos, bajo su dirección y cuidado.  No estamos huérfanos, no caminamos solos y sin instrucción.  El nos acompaña en todo momento y nos enseña a vivir de manera correcta, es por ello que le adoramos.

Debemos de adorar a Dios porque Él es quien produce fruto en nuestra vida.  No es nuestra capacidad, habilidad o constancia lo que hace que logremos las cosas que nos proponemos.  Es Dios quien produce en nosotros todo buen fruto y nos da la victoria sobre cada circunstancia de la vida.

Date a Dios en adoración porque el guía tu vida y comparte contigo todo buen fruto.