¿SABEMOS SEGUIR INSTRUCCIONES?

Y Noé siguió todas las instrucciones que Dios le dio. (Gn7:5)

Para ser honestos, deberemos reconocer que eso de seguir instrucciones no se nos da mucho. De niños siempre nos resistimos a obedecer a nuestros padres y buscábamos la manera de salirnos con la nuestra, de adolescentes y jóvenes siempre le dimos la vuelta a los maestros y ahora de adultos, tratamos de escabullirnos de nuestros jefes o pareja.

De plano seguir indicaciones es una actividad en la que no aprendimos a ser competentes. Sin embargo, nada es más perjudicial que ello.  Tanto en la físico, como en lo emocional y espiritual, el no obedecer indicaciones nos llevara al sufrimiento.

Moisés no muestra en este pasaje una característica sumamente imitable en Noé: Obedecer. No se puede ser parcialmente obediente, ni tampoco se puede interpretar una instrucción.  Estas solo se acatan y se aprende al paso del tiempo a seguirlas con justo.  Noé, dice el texto, “…siguió todas…”  No omitió ninguna instrucción que Dios le había dado.  No paso por alto nada, no hizo lo que le pareció mejor.  El obedeció tal i como se le pidió.  Esto nos debe hacer pensar bien en nuestra vida.  Debemos de revisar si estamos siguiendo las instrucciones de Dios en nuestro roll de pareja, como padres de nuestros hijos, en el control de nuestras finanzas, en la ejecución de las tareas en nuestro trabajo, en la preparación de las materias del colegio u universidad, etc.  Dios nos pide que hagamos y seamos de cierta forma, y lo hace para proveernos de una vida mucho mejor a la que soñamos. ¿Le estamos obedeciendo o solo fingimos que hacemos lo correcto?

Pensemos en ello y hagamos los ajustes necesarios para obedecer a Dios.