¿Quién es nuestro deseo?

Dios mío, tú eres mi Dios.
Con ansias te busco
desde que amanece,
como quien busca una fuente
en el más ardiente desierto. (Salmo 63:1)
No sé cuántos de nosotros alguna vez hemos perdido algo a lo cual le damos valor, pero si nos ha pasado seguramente podremos testificar que hacemos hasta lo imposible para recuperarlo.  Ponemos la casa de cabeza, regresamos a los lugares por donde estuvimos para ver si ahí lo dejamos y hablamos con personas para ver si lo han visto.  ¿Por qué hacemos eso?  La respuesta es sencilla: el objeto perdido es apreciable para nosotros por alguna razón.
El salmista nos comparte que es lo mas apreciable para el desde el primer momento que inicia el día: Dios.  El refiere que desde que amanece le busca, declara que lo busca porque le necesita y desea.  No busca el favor de Dios, ni los milagros de Dios, ni aun su gracia, misericordia o amor.  No, le busca a El  Dios en su vida es su prioridad, su principal necesidad y su primer deseo.
Creo que hoy nosotros debemos de aprender de ello.  Tenemos que buscar a Dios y hacerle nuestra principal prioridad en la vida, permitirle que sea nuestra principal necesidad y máximo deseo.  Es tiempo de dejar de obsesionarnos por todo aquello es temporal y volvernos a Dios para que nuestra vida vuelva a tener sentido.

Comentarios

Entradas populares