NO ESTA ENOJADO

También dijo Dios:
«Acabo de hacerles una promesa a ustedes y a todos los seres vivos de esta tierra, que incluye también a los que todavía no han nacido. Como prueba de esta promesa, pongo mi arco iris. 14 Cuando yo traiga nubes sobre la tierra, el arco iris aparecerá, 15-17 y me acordaré de mi promesa. Jamás volverá a haber una inundación tan grande como para acabar con toda la vida. El arco iris es la señal de esta promesa». (Gn. 9:12-13)
Cuando yo era niño había algo que me causaba mucha tensión, y era ver que mi madre estuviera enojada conmigo por algo que yo había hecho.  Recuerdo que era una sensación desagradable que me hacia pasármelo muy mal.
Desgraciadamente a veces me he dado cuenta que generalizamos esa clase de comportamiento. Nos lo pasamos mal si los hijos se enojan, la pareja se enoja, si el jefe se enoja y si pensamos si Dios está enojado con nosotros.  Sobre todo en este último caso no lo pasamos terriblemente mal. 
Nos auto condenamos y flagelamos si pensamos que le hemos fallado a Dios en algo específicamente y asociamos las circunstancias negativas de la vida como castigos divinos.  Creo firmemente que Dios nos disciplina y permite que suframos las consecuencias de nuestros errores, pero no creo en el enojo de Dios al estilo humano.
Este pasaje nos muestra que Dios nos ha prometido paz en medio del error.  El no está en guerra con nosotros, ni tampoco esta buscando venganza cuando le fallamos.  El nos ha prometido perdón y comunión. Una amistad que se prolongara hasta la eternidad y siempre será gratificante.
Quizá ahora mismo creas que Dios está molesto contigo si es así deja decirte que puede ir con El y arreglar el asunto y volverás a estar tranquilo pues él te escuchará, te entenderá a través de Jesús y te restaurará.  Anda, ve con Él, no esperes más, te espera con los brazos abiertos, pues así lo ha prometido.

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