¡HAY QUE PORTARSE BIEN!

 «Tarde o temprano, la muerte nos llega a todos, y a mí me falta poco para morir. Sé valiente y compórtate como hombre.
(1Reyes 2:2)
Saber comportarnos no siempre es un asunto de moral o ética. Cuando lo reducimos a esto, nos encadenamos a los valores y a las preferencias de nuestra generación y ello casi nunca concuerda con los valores del Reino de Dios.
David en el lecho de muerte le da una recomendación a su hijo: se valiente y compórtate como hombre.  Saber comportarnos demanda de nosotros dependencias de Dios, amoldarnos a su Reino y creer en su Palabra. La conducta es el fruto de aquello que creemos y de todo lo que sentimos.  Si no permitimos cada día a Dios “arreglar nuestras creencias” y “ajustar” nuestras emociones, difícilmente nuestra conducta será diferente a lo que siempre ha sido.  Muchos creyentes quieren el “milagro” de poder ser lo que no han sido, pero no dejan a Dios quebrantarlos para reaprender a enfrentar la vida con honestidad, compromiso, lealtad, fidelidad, valentía, disciplina, etc.
A ti y a mi hoy nos dice “se valiente y compórtate como mi hijo” y nosotros deberíamos decirle: “¡va! Trabaja en mi cada día para que yo pueda hacerlo”
No pongamos en saco roto esta palabra y movámonos en la dirección de nuestro Padre para poder comportarnos como el desea.

Comentarios

Entradas populares