DIRE CON TODAS MIS FUERZAS

y diré con todas mis fuerzas:

«¡No hay otro Dios como tú!
Tú, Dios nuestro,
libras a los pobres e indefensos
del poder de quienes los maltratan». (Salmo 35:10 VLA)

A lo largo de cada día hablamos decenas de palabras y para ser honesto muchas de ellas sin sentido.  A veces reconocemos lo bien que algunas personas se han portado con nosotros, otras veces nos quejamos de “lo mal” que creemos nos trata la vida y otras mas, hablamos aun de cosas que no entendemos.  Pero muy pocas veces hablamos de Dios y de la amistad que tenemos con El.

Hoy es lunes y quizá estamos en la escuela u oficina hablando de cómo disfrutamos las vacaciones de fin de año y como nos lo hemos pasado el fin de semana, ¿ pero en donde quedo Dios en todo ello?

David en cambio nos dice; “…diré con todas mis fuerzas: ¡no hay Dios como tu!...”  El no se lo estaba pasando bien.  Algunos de sus amigos se habían alejado y le estaban tratando de lastimar y sin embargo el no olvida, en medio de ese torbellino de problemas y decepciones, que Dios le ha a acompañado en todo tiempo.

Debemos aprender de David.  No importe el momento de vida en el que nos encontremos, siempre debemos de “decir con todas nuestras fuerzas”  Dios ha sido bueno conmigo y ello jamás lo olvidare.