LA VICTORIA ESTA EN EL

La ayuda humana resulta inútil;
¡ayúdanos a vencer al enemigo!
Dios nuestro, tú los vencerás;
¡con tu ayuda saldremos victoriosos (Salmo 60: 11 y 12 VLA)

¿Cómo podemos hacer frente al enemigo?  ¿Cómo poder hacerle frente cuando viene a nuestra vida con desesperanza porque las cosas no nos salen del todo bien y nos resulta difícil encontrar trabajo, ingresar a la universidad, conseguir aquello que necesitamos; o cuando se nos presenta con ira cuando las discusiones en casa producen mucha frustración al no ponernos de acuerdo con nuestros hijos adolescente o pareja; o cuando el miedo viene a nuestra vida porque nos diagnostican enfermos o no tenemos el control de lo que ocurre a nuestro alrededor?

Nuestros defectos de carácter como la impaciencia o el deseo de control, nuestra incapacidad de ser disciplinados, comprometidos en nuestro trabajo o estudios, los malos hábitos como mentir, manejar mal nuestro dinero o tiempo, el deseo de encontrar satisfacción de manera rápida, la poca habilidad para madurar en la vida y aprender, etc. Son formas en que el enemigo viene a nosotros y nos somete a esclavitud y muchas veces ni cuenta nos damos.

El salmista entendía que ante cada una de estas circunstancias él no podría hacer nada que resultara beneficioso y por ello clama a Dios por ayuda.  No hay posibilidad de hacer frente al enemigo sin la gracia, el poder y el amor de Dios sanando nuestra vida.  La victoria es el resultado de su maravillosa obra en nuestra vida.  Solo Dios puede restaurarnos, sanarnos y ponernos en alto.

Dios tiene la victoria sobre tu carácter, angustias, preocupaciones, dolores del pasado, escases, etc.  Dejemos de luchar en vano y permitámosle que el pelee nuestra batallas.