¿…Y LA LENGUA APA?




Santiago 3:4-5
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Algo parecido pasa con los barcos. Por grande que sea un barco, y por fuertes que sean los vientos que lo empujan, el navegante puede controlarlo con un timón muy pequeño. Y lo mismo pasa con nuestra lengua. Es una de las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, pero es capaz de hacer grandes cosas. ¡Es una llama pequeña que puede incendiar todo un bosque!


Nada es más complicado de controlar que el comportamiento de crítica.  A lo largo de mi vida he visto amistades terminar, matrimonios distanciarse e iglesias dividirse por quienes no ponen freno a su boca.

Cuando criticamos a alguien, lo hacemos porque creemos que somos mejores que esa persona y ello nos habla que hemos dejado de confiar en la gracia para sostenernos a través de nuestra propia justicia.  Es por ello que el aposto Pablo recomienda que “…nadie tenga un concepto mas alto de si mismo que el que deba tener…”  Cuando vivimos de la menera contraria, indudablemente tendremos un corazón cerrado a la gracia y abierto a la crítica.

Con facilidad hablamos del de junto a sus espaldas, cuando minutos antes le hemos dado una sonrisa. Dios detesta esto.   Podemos venir a la iglesia cada domingo y aun servir, pero ello no dice nada de nosotros sino de Dios.  De lo que se trata es de qué hábitos como este de criticar, murmurar o chismear, sean erradicados de nuestra vida completamente y podamos vivir en honestidad.  Es decir, si le sonrío a alguien, no hablo de el o ella y si algo de alguien no lo tolero, se lo digo abiertamente en el amor de Cristo y no aparento que todo esta bien.

Volvámonos a Dios en esto y pidamos perdón si es necesario.  Dejemos de hablar unos de otros y en lugar de ello, démonos gracia, que eso si viene de Dios

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