¿Esclavitud o libertad?

«Te he quitado de los hombros

la carga que llevabas;
ya no tienes que cargar
esos ladrillos tan pesados.
Cuando estabas angustiado,
me llamaste y te libré;
te respondí desde la oscura nube
donde estaba yo escondido;
junto al manantial de Meribá
puse a prueba tu fe.
(SALMO 81:6-7 VLA)
Israel había sido esclavo por muchos siglos en Egipto.  Generaciones y generaciones de judíos habían muerto sin conocer la vida en libertad, sin descanso para sus cuerpos y alma, sin la oportunidad de ser lo que ellos decidieran ser.  Estaban presos bajo las órdenes de gente extraña, con valores extraños y con creencias diferentes a las de ellos.  Tú y yo vivimos de la misma forma por mucho tiempo.  No experimentamos la esclavitud física, pero si la espiritual.  Esa esclavitud nos llevo a hacer las cosas que destruyeron nuestra vida, nos sometió a formas de vida que lejos de brindarnos felicidad, nos hizo experimentar desesperanza, desamor y mucha frustración.  Aun enfermamos nuestro cuerpo al ser mal administradores de nuestro sueño, comida y pasividad física.  De todo eso y más nos libero Dios.  Nos dio perdón y vida eterna y la gran oportunidad de construir nuestra vida con nuevos valores y experimentar felicidad.  Quito de nosotros la carga que llevábamos y renovó por completo nuestra vida.
Seguramente de todo lo anterior podemos decir ¡Amén!  Sin embargo al revisar nuestra presente  forma de vivir podemos darnos cuenta que algo no está bien.  Aun criticamos a sus espaldas a familiares, amigos y conocidos, nos involucramos en chismes con mucha facilidad, somos violentos y abusivos con la gente que nos aprecia, tenemos adicciones que no podemos erradicar de nuestra vida, trabajamos con muy poca ética y a veces sin honradez, etc. Etc. Etc.
Dios nos renovó y nosotros hemos vuelto en muchas ocasiones de nuestra vida a aquello de lo que Dios nos libró.  Buscamos culpables: la iglesia, el pastor, o el líder de grupo pero la verdad sea dicha, lo responsables de ello somos nosotros mismos.  Reducimos la fe a actos religiosos y olvidamos que el asunto es que nuestra vida sea cambiada.  No solo de no tomar alcohol, no fumar o no bailar, sino de cosas más serias y profundas que implican nuestro carácter, creencias, valores, forma de enfrentar los problemas, la manera de ser padres, hijos, pareja, amigo, trabajador, empresario, etc.
Hermano, Jesús te hizo libre, no te permitas regresar a la esclavitud.  Deja la carga en la cruz, permite a Dios tratar con tu vida y aprende a Él a vivir en su Reino.  No olvides que la esclavitud quedo atrás  y Él pago el precio por tu libertad.

Comentarios

Entradas populares