El es nuestro consuelo

»Aunque Jerusalén está en ruinas,

yo la consolaré
y la convertiré en un hermoso jardín.
Será como el jardín que planté en Edén.
Entonces Jerusalén celebrará
y cantará canciones de alegría
y de acción de gracias».

(Is. 51:3 VLA)

Hay momentos en la vida en los que no nos lo pasamos nada bien.  A veces se agolpan haciendo fila como con la intención de derribar nuestras ganas de vivir y hacer las cosas bien.  Hay días en el que nada parece salir bien y nos sentimos solos y tristes.  No creo que haya alguien no se haya visto así alguna vez por lo menos.

¿Sabes?  Dios jamás nos ha prometido que nos exentará de experiencias como estas.  No.  íNunca he leído algo así en su Palabra; sin embargo si he leído en muchas porciones de la Biblia la promesa de Dios que en medio de esas experiencias El estará a nuestro lado, que nos sostendrá, que nos dará victoria y que siempre estará en control de todo lo que pase en nuestra vida.

La promesa de Dios es que, aun y cuando veamos nuestra vida en ruinas porque nuestra salud está mal, porque hemos perdido el trabajo o el salario no nos alcanza, porque nuestra relación de pareja este destruida o nuestros hijos vivan en desobediencia, Él nos consolará y nos dará tiempo nuevos de frescura, paz y prosperidad en cada área de nuestra vida.

Es posible que hoy mismo estés viviendo algo así.  Quizá hoy sientas que tu vida está en ruinas y aun bajas tu cabeza por vergüenza ante los demás.  No dejes que los pensamientos de derrota del maligno minen tu estima y tu relación con Dios.  Hoy alza tu rostro en fe y deja que la hermosa Palabra de Dios te llene de vida y declara:  ¡Hoy Dios me consuela.  El mismo es mi consuelo y tiene para mi tiempos de descanso y reverdeceré como lo fue el edén!

Confiemos en Dios pues jamás ha perdido, jamás ha dejado el control de nuestra vida y jamás se ha olvidado de nosotros.  El hoy Él  es nuestro consuelo y nos da aliento para seguir en la lucha diaria y en su fantástica victoria.