EL CAMINO DE LA BENDICION

En aquel tiempo llegó a faltar comida en toda la región de Canaán, tal como había pasado en tiempos de Abraham. Era tan grave la falta de alimentos que Isaac pensó en irse a Egipto. Pero Dios se le apareció a Isaac y le dijo:

«No vayas a Egipto. Es mejor que te vayas por algún tiempo a Guerar, donde vive Abimélec, rey de los filisteos. Yo prometo estar siempre contigo, y bendecirte en todo. Además, a ti y a tus descendientes voy a darles todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que le hice a tu padre Abraham. Voy a hacer que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo. Por medio de ellos bendeciré a todas las naciones de la tierra, porque Abraham me obedeció y cumplió con todo lo que le ordené». (Gn. 26:1-6 VLA)

Desde que recuerdo, siempre he escuchado en las noticias que nuestra economía está en crisis.  Que el dollar está muy caro, que no hay abasto de azúcar, que la tasa de desempleo en la más alta de la época, que hay que emigrar a USA para tener una mejor calidad de vida, etc.  Ante ello, he visto a mis amigos buscar “el palancaso” con sus compadres, amigos o recomendados, a otros tratar de sacar ventaja de las situaciones o posición que tienen para hacerse llegar un poco mas de dinero, algunos más, han tenido que sacrificar a sus familias por un segundo empleo y muchos han tenido que dejarlas para migrar a USA o Canadá para proveerles de algo mejor.   No guzgo a nadie, pero a veces me he preguntado, “debo yo hacer algo así”  tal pareciera que es el único camino a seguir a parte del esfuerzo y dedicación que hay que ponerle al trabajo diario.

Isaac, se sintió así.  La situación económica de su entorno mermo y pensó que sería bien ir a Egipto, en donde todo parecía mejor.  Ante ello Dios le mostro que en medio de todo lo que pasaba Él estaba en control y que aun y a pesar de la situación difícil, le iba a bendecir si caminaba a su lado.  Nada fácil la propuesta.  Las evidencias eran adversas y la experiencia le decía ve a Egipto, pero su Dios le decía quédate a pesar de lo que ves y te bendeciré.  Muchas veces Dios nos dice lo mismo para diferentes áreas de nuestra vida.  Sufrimos por la decisión y en la mayoría de las veces tomamos la ruta equivocada y dejamos esperando a Dios.   Ello nos lleva a perder la bendición, perder la oportunidad de conocer mejor a nuestro padre y perder la oportunidad de bendecir a otros.

Quizá hoy estes en una encrucijada y debes de decir que hacer.  Puedes confiar en tus compadres, amigos o familiares influyentes o en Dios, quizá las evidencias sean adversas y la experiencia de otros te invite a ir por la ruta que ellos caminaros o ir por la ruta de Dios.  Sabes, Dios quiere bendecirte y lo hará si caminas a su lado, pero debes tomar el reto de ajustar tu vida y creerle que el camino que Él te señala es el correcto.  No será fácil, pero será por mucho lo mejor para ti.  Nadie sabe el futuro sino solo Dios y nadie quiere más para ti que Dios.  Confía en Él y síguelo. En Egipto solo hay esclavitud.