…y así te irá bien…

Proverbios 3

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Otras ventajas de la sabiduría

1 Querido jovencito, grábate bien mis enseñanzas; memoriza mis mandamientos.² Así te irá siempre bien por el resto de tu vida. ³ Ama siempre a Dios y sé sincero con tus amigos;  ⁴ así estarás bien con Dios y con tus semejantes. ⁵ Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. ⁶ Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo. ⁷ No te creas muy sabio; obedece a Dios y aléjate del mal; ⁸ así te mantendrás sano y fuerte. ⁹ Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante. Dale de lo que tienes y de todo lo que ganes; ¹⁰ así nunca te faltará ni comida ni bebida.

Todos queremos que no vaya bien en la vida.  Detestamos ver venir los problemas y las circunstancias difíciles, es mas cuando estas vienen nos sentimos hasta “descalificados”  Deseamos las cosas buenas de la vida, procuramos que el bienestar y el placer sean las constantes de nuestra existencia, sin embargo muy poco invertimos en revisar el lugar que ocupa la obediencia en nuestra vida.  De hecho tendemos a no considerar la falta de obediencia como un factor que propicia nuestro dolor y frustración en la vida.  No quiero decir con esto que hacer lo correcto delante de Dios y de las personas nos evitara pasar “por el valle de sombras…” sino lo que quiero decir es que obedecer nos dará la perspectiva correcta de lo que ocurre en nuestra vida.

El llamado de Dios para nosotros hoy es obedecerle a fin de que podamos ver la vida, nuestra vida en especial, como El la ve.

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El Proverbista muestra la condición para darle a la vida un sentido de bienestar.  Como mencione en el primer párrafo, todo queremos y deseamos una vida en donde podamos percibir (recordemos eso no quiere decir que no haya problemas) que todo tiene sentido y por lo tanto nos sentimos a gusto con ella.

Salomón nos muestra dos conductas básicas para darle buen sentido a la vida: (1). Grabar bien las enseñanzas  y (2). Memorizar los mandamientos.

Es imposible darle a la vida sentido y una buena interpretación si no grabamos las enseñanza y si no memorizamos los mandamientos de Dios.  ¿Cuál es la razón?  En primer lugar los valores culturales  de nuestra generación tienden en muchos sentidos a distorsionar la realidad.  En segundo lugar la forma en que nuestra familia nos enseño a vivir, no siempre es la mas eficiente y no proporciona en muchos casos las herramientas emocionales necesarias para funcionar en los diferentes rolles que construimos a lo largo de nuestra existencia.

Dios sabe que si su palabra deja huella en nuestra vida seguramente veremos nuestra existencia como de bienestar a pesar de los obstáculos que normalmente se nos presentaran, ya sea que seamos estudiantes, empleados, patrones, esposo, esposa, novio, novia, etc.  A pesar de las situaciones económicas complicadas y aun de la enfermedad.  Lo único que da dirección y buen rumbo a nuestra vida es su palabra hecha carne en nosotros. Es por ello que otras versiones dice “grábalas en tu corazón”  De lo que debemos de entender como: “que condicionen tus emociones de manera positiva” 

SINCEROS Y MAS QUE ESO

La sinceridad es la cara opuesta de la doble intención.  De lo que es falso, de lo que no tiene la medida que se refiere. La falsedad sin duda alguna nos llevará a toda clase de conflictos con quienes nos relacionamos.

Salomón dice que si queremos estar bien con Dios, debemos aprender a amarlo y si queremos establecer relaciones duradera, estables, edificantes, beneficiosas, etc. Tenemos que aprender a ser de una cara con quienes nos rodean.

El amar es una conducta que se aprende, y lo aprendemos de nuestros padres.  Pasa lo mismo con la sinceridad.  Si vemos a nuestros padres o tutores siendo chantajistas, mezquinos y controladores al “amar” seguramente valoraremos una conducta si y de tal forma estableceremos una relación de amor con Dios, con la pareja, con los hijos, etc.  Si vemos a nuestros padres establecer relaciones de amistad de conveniencia, si les vemos hablar de sus amigos y familiares a sus espaldas, seguramente valoraremos un comportamiento así, el cual presentaremos en nuestra juventud y adultez. Sin embargo tales conductas jamás nos permitirán “estar bien” ni con Dios ni con quienes nos relacionemos.  El estar en paz con Dios y con nuestros semejantes nos permitirá siempre caminar conscientemente acompañados por la vida, trayendo con ello una sensación de bienestar a nuestra existencia.

Cuando ocultamos nuestras intenciones, emociones y hechos de nuestra vida a Dios principalmente y a la gente cercana a nosotros seguramente terminaremos envueltos “en camisa de once varas” y adoloridos emocionalmente.  Eso fue exactamente lo que le paso a Adán en el huerto después de pecar.  El texto dice que se “escondió” porque no quería que viera Dios su desnudez.  Es decir,  Adán siempre se había “mostrado a Dios tal cual” pero la experiencia de pecar le hizo tener miedo de “mostrar a Dios su corazón”

Es imposible tener paz con Dios y con nuestros “cercanos” si no somos sinceros.

UNA VIDA SALUDABLE

Todos queremos una vida llena de salud, sin embargo poco entendemos el origen de esta.  Para Salomón la salud física y emocional tienen que ver con la ausencia de la soberbia.  Es decir, en la medida en que seamos humildes para considerar que el estilo de vida que Dios propone es mejor que el que nuestra generación nos “vende”, seguramente disfrutaremos en muchos sentidos de una mej0r salud.

La soberbia no nos permite ver que la opinión de Dios es sin duda la correcta.  Normalmente cuestionamos la Palabra considerándola como una verdad que debe ajustarse a los valores de nuestra generación o al interés actual de nuestra vida.  Es decir, no vemos la escritura como la verdad que nos fue dada para conducirnos de manera segura en cada de nuestra vida.

Recibir es la consecuencia de dar

Seguramente nadie quiere pasar por carencias.  No conozco a nadie que disfrute la pobreza o la incertidumbre de que si su quincena le alcanzará para solventar sus gastos.  Pero si conozco a personas que aun en medio de escasez pueden darle un significado correcto a su situación actual y confiar en que Dios tiene el control de lo que sucede.

Salomón menciona algunas cosas que nos permitirá ver las bendiciones de Dios en nuestra vida y no solo eso, sino también entenderlas: (1). El proverbista aconseja mostrarle a Dios que El es lo primero en nuestra vida.  A lo primero siempre le damos tiempo y aun lo mejor de nuestro tiempo, en ello invertimos recursos económicos, le asignamos una valor preponderante y experimentamos emociones positivas tales como afecto, amor, pasión, etc.  Mostrarle a Dios que es lo más importante debe convertirse en un hecho de nuestra vida. (2) El proverbista aconseja darle a Dios de “lo que tenemos” y de lo que “ganamos”  En el REINO dar es directamente proporcional a recibir.  Quien tiene las manos llenas no puede recibir mas hasta que suelte lo que tiene a favor de otros.  Esto no significa que recibiremos lo mismo que damos o lo que deseamos y mucho menos que recibiremos en el tiempo que lo pedimos.  El proverbista dice “así no te faltará ni comida ni bebida”  ¿Qué significa eso?  Para el judío común la comida y la bebida significaba recibir “lo necesario” para su existencia.  Significaba la oportunidad de estar bien.  A diferencia de la teología de la prosperidad que enseña que si damos seremos prosperados y recibiremos en abundancia, el proverbista nos enseña que si “damos” Dios se encargara de proveer lo que en verdad necesitamos.  Quizá lo que necesitamos no sea lo que deseamos y Dios no se “enganchará” con nuestros deseos sino que siempre priorizará nuestra necesidades.

Dar siempre nos pondrá en línea para recibir de Dios el sustento de nuestra necesidad sea esta física o emocional.

Caminar por la vida a veces se nos complica y en otras más nos perdemos.  Es por ello que necesitamos aprender a ver la vida en forma correcta y para ello el proverbista nos muestra estas cuatro verdades sobre aspectos capitales de la vida.

1). Prioriza la palabra de Dios.  Vívela, apasiónate por ella, reprodúcela en tu diario vivir siempre ello te ayudará a entender correctamente lo que está pasando en tu vida hoy.

2). Se sincero con Dios y con tus cercanos y experimentaras relaciones sanas, estables y edificadores.

3). Se humilde y considera la opinión de Dios por encima de la tuya y aun vivirás sano física y emocionalmente.

4). Da y Dios se atenderá de tus necesidades.

Dejemos lo relativo de las verdades de nuestra generación y volvamos a la verdad eterna de Dios, ella nos llevara al disfrute de una vida más gratificante.

Por Pablo Elías Reyes